martes, 18 de junio de 2013

¿El crimen no paga?



No fue suficiente contratar a un ex novio de la escuela para diseñar la nueva casa.  Los Gutiérrez la pasan realmente mal. La inspección municipal les ha advertido que el baño tiene que llevar paredes o al menos un vidrio pavonado, pero su filosofía new age y su devoción por Le Corbusier y su planta libre, les indican que están en lo correcto. Problemas en el trabajo de Ramón lo hacían regresar a casa cansado, pero cada noche encontraba un nuevo problema ocasionado por su loca esposa.  

Marlene recordaba aquellos viajes por Bucarest, Groningen y Belgrado en compañía de Mihail, aquel chico que conoció en el aeropuerto de Lima en ese ya lejano 2004, cuando pudo burlar los detectores de metales, pasando un cortaúñas y unas tijeras, solo para probar su habilidad para burlarse del sistema. A ella eso le pareció super sexy, mas allá de que se diera cuenta del truco. Juntos a lo largo de 3 años todo fue muy excitante.
 

Tiempo después, ella prefirió la seguridad de una vida acomodada al lado de un dirigente de un equipo de segunda división, muy poco exitoso y bastante incapaz, pero futuro heredero de una millonaria fortuna , por ahora en poder de su padre quien aún sigue vivo y con muy buena salud. La insistencia de Mihail a Marlene por regresar con ella rendiría sus frutos en un futuro. Él tiene a su favor el hecho de que el suegro de ella, no piensa morirse por un buen tiempo. Además con 52 años y capitán del equipo sénior de remo del club, ha cambiado su testamento en favor de una de sus alumnas, Carla de 19 años y medio. La suerte de Marlene estaba echada.

Aunque por el momento sus encuentros matutinos están llenos de fuego y pasión… por decir lo menos.

Esta vez Marlene se ha endeudado por 120 mil dolares al comprar un cuadro que no vale más de 200.

Marlene: Mi amor, se me ha ocurrido una idea, vamos a asesinar al pintor, así revalorizaremos el cuadro ¿Qué te parece?.

Ramón: imposible, no tenemos experiencia…

Marlene: Conozco a alguien que lo puede hacer. Tu déjamelo a mi.

Era Mihail quien se encargaría de todo. Aunque un crimen no es moralmente recomendable, la forma en que se ejecutó fue brillante. El pintor, autor del cuadro en cuestión fue previamente secuestrado, para luego ser sometido a escuchar la discografía de Ricardo Arjona 4 veces, aunque solo fueron necesarias 3. Encontraron el cadáver con las manos cogiéndose la cabeza y varias cabellos arrancados, en clara señal de desesperación. Se había logrado soltar de la soga que lo ataba a la silla, pero no llegó a tiempo a abrir la puerta. Cayó fulminado cuando empezó a escuchar “Señora de las cuatro décadas”... Siendo fanático de Beethoven, Mozart y Paganini, el choque había sido devastador.

  Mihail muy hábilmente  había intentado vender esa lamentable colección de música a Ramón, quien dejó sus huellas en todos los CDs, lo que inevitablemente terminó inculpándolo del terrible crimen, aunque saldría libre un año después por buena conducta.
 
Marlene y Mihail ahora se dedican a la compra y venta de arte…con mucho éxito.

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